Carlos Páez y Jorge Silva, chefs y maestros parrilleros con más de 20 años de experiencia,
aseguran que cocinar es un arte que requiere creatividad, habilidad, vehemencia,
compromiso y perfección
Ya sea con la creación de nuevas recetas o al cocinar platos tan tradicionales como una
paella, choripanes o cortes de carne a la parrilla, lo que les brinda verdadera satisfacción a
los chefs Carlos Páez y Jorge Silva es ver la felicidad y el agrado que sienten sus
comensales al degustar sus preparaciones culinarias.
A propósito del Día Internacional del Chef, que se celebra cada 20 de octubre, ambos
aseguran que ser un profesional del arte culinario es sinónimo de creatividad, habilidad,
vehemencia, compromiso y perfección. Además de tener en común una profesión que
disfrutan día a día, también comparten la pasión por las brasas y su preferencia por los
exquisitos embutidos de La Montserratina que no faltan en sus platos parrilleros.
Cocinar a la parrilla y al calor de los carbones es para el chef Páez algo de tradición, de
crianza y hasta genético –en su árbol genealógico está el General José Antonio Páez,
conocido por su preferencia por la carne asada en vara–. Su experiencia como cocinero
comenzó en la adolescencia y su título profesional lo obtiene en 2010. Además, forma parte
de los maestros parrilleros de La Montserratina desde hace 10 años aproximadamente.
En su opinión, la chistorra de los Artesanos del Sabor es el producto emblemático y de
mucha tradición de La Montserratina, seguido del chorizón jalapeño, que se caracteriza
por su versatilidad. “Lo puedes comer al cortarlo directamente o cocinarlo a la parrilla. Al
ponerlo en una parrillera o en el sartén adquiere una forma cóncava y es perfecto para
rellenarlo”, aseguró.
Si se trata de hablar de todos los productos de los artesanos del sabor Páez destaca sus
cualidades como: sabor, textura y color que son únicos. “Pero no es solo eso, sino que La
Montserratina es tradición, trae recuerdos de momentos únicos que se han vivido, estés
donde estés”, comentó.
El Chef Carlos Páez, quien se formó en el ICC (Instituto Culinario de Caracas como
cocinero) y se especializó en Neurogastronomía, además de otros cursos internacionales,
también siente pasión por la cocina mediterránea –algo genético también– y esto lo inspira
a crear platos que combinan mariscos y pescados con cortes de carne. Resaltó que “además
de estas recetas con ingredientes del mar y de tierra, me encanta crear salsas, reducciones
de frutas, chutneys, que son deliciosos con embutidos como la chistorra, la que va perfecto
con un chutney de piña”.
Aromas y sabores parrilleros
El chef e instructor gastronómico Jorge Silva –conocido por su marca @jorgesilvacook–
tiene 35 años tras los fogones y las brasas. Creó Asa2 Workshop, un taller parrillero que ha
influenciado el estamento y entusiasmo por la parrilla, asados y ahumados a nivel
doméstico y comercial en el país.
Como profesional del arte culinario y maestro parrillero de La Montserratina, una de las
cosas que disfruta es encender las brasas, cocinar al fuego y hasta el humo que se
desprende. “Algo que me gusta es poder ver la transformación de los alimentos por la
acción del calor intenso, y cómo se desprenden sus aromas y sabores”, señaló.
Lograr la perfección en cada plato preparado es uno de los aspectos que lo “atrapan” de la
cocina, además de percibir la satisfacción de sus comensales. “Me apasiona cocinar y ver a
las personas comer con gusto; alcanzar esa conexión paladar-cerebro en el comensal y me
inspira hacer una preparación que sea icónica, que perdure en el tiempo; además, de que es
una forma de comunicar amor, sobre todo a la familia y los hijos, cuando los complaces a la
hora que sea”.
El chef y maestro parrillero Silva, aseguró que la morcilla de arroz y cebolla es “un
embutido enclavado en el gusto del venezolano, su empaque, la línea gráfica y colores, nos
conectan cerebro con paladar apenas lo vemos en el refrigerador del supermercado,
carnicería o bodegón parrillero”.
Considera que La Montserratina tiene productos de excelente calidad, perfectamente
empacados y estandarizados que “hace que la consistencia de nuestras preparaciones sea
óptima y eficiente, adicionalmente tiene sabores únicos y tradicionales que nos acompañan
desde hace años, conectan al niño y al adulto con su memoria gastronómica de forma
automática”.
En las redes sociales de @LaMontserratina de Facebook y Twitter se puede conocer más
del portafolio de la marca, así como recetas y preparaciones con toda la línea de sus
tradicionales productos parrilleros.
Fuente: Comstat Rowland Comunicaciones Estratégicas Integrales
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