La avioneta eléctrica Cessna eCaravan de magniX ha realizado su primer vuelo de prueba sobre el Lago Moses, en el estado de Washington, transportando al piloto durante 30 minutos y aterrizando silenciosamente en la pista del aeropuerto Grant County.
La compañía americana magniX, con sede en Seattle, acaba de realizar el primer vuelo de prueba con una avioneta Cessna eCaravan, transformada a partir de una Caravan 208 para ser propulsada por un motor eléctrico de 375 CV de potencia. Sobre el Lago Moses en el estado de Washington, la avioneta ha podido realizar un vuelo completo de 30 minutos desarrollando una velocidad de crucero de 183 km/h, aterrizando sigilosamente en el aeropuerto de Grant County.
La avioneta Cessna 208 Caravan, también conocida como Cargomaster, se fabrica desde 1982 en Estados Unidos propulsada por una turbohélice de tres palas y 687 CV (505 kW) de potencia. Tiene capacidad para transportar a nueve pasajeros y un piloto y cargar hasta 1315 kilogramos, a una velocidad de crucero de 317 km/h alcanzando distancias de vuelo de hasta 2.000 kilómetros.
En una unidad de la versión de carga de esta avioneta, 208B Super Cargomaster, MagniX ha sustituido esta turbohélice única por un motor Magni500 totalmente eléctrico, de imanes permanentes, con una potencia 560 kW (751 CV), capaz de entregar 2.814 Nm de par al eje de la hélice. Según magniX, esta configuración es suficiente para «aviones de meda milla» transportando entre 5 y 19 pasajeros.
En este vuelo, y con la colaboración de la empresa de ingeniería AeroTEC, el Cessna eCaravan ha completado su primer trayecto real de 30 minutos sobre el estado de en Washington, transportando únicamente al piloto. La velocidad de crucero que ha alcanzado es de 183 km/h. Curiosamente, la otra avioneta Cessna con motor de combustión que le acompañaba “está haciendo casi el doble de ruido”, dijo el CEO de MagniX, Roei Ganzarski, cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de Grant County de Moses Lake.
Reemplazar el motor convencional por este motor eléctrico supone reducir sensiblemente la autonomía de 2.000 kilómetros que es capaz de ofrecer la turbohélice. Esta limitación es fruto de algo tan crítico en la aviación como es el peso. Para mantenerlo, las baterías de iones de litio que se han implementado en la avioneta no son capaces de ofrecer la misma densidad de energía que los combustibles fósiles. Un avión necesita ser capaz de despegar levantando su propio peso, el de los ocupantes, el del sistema de propulsión y el del combustible que lo alimenta (las baterías en este caso).
MagniX participa también en la puesta a punto de la primera flota comercial totalmente eléctrica gracias al acuerdo de colaboración firmado con Harbour Air, la mayor aerolínea de hidroaviones de América del Norte. Se encargará de convertir los más de 30 aparatos que forman parte de su flota en hidroaviones eléctricos sustituyendo su motor de combustión por el magni500.
Un mercado de nicho que atrae a los más grandes
“Los vuelos eléctricos son por ahora un nicho de mercado”, afirma el CEO de MagniX. “Nuestro objetivo es llegar rápido a ese mercado e impulsar esta revolución”, añade. Sin embargo, esta no es la única propuesta que actualmente está sobre la mesa, ya que muchos son los anuncios que se han hecho en los últimos meses apoyados por fabricantes de automóviles. La estrategia CASE (Connected, Autonomous, Shared & Electric – Conectados, Autónomos, Compartidos y Eléctricos) es una mezcla de tecnologías que permite ir un poco más allá de los vehículos de cuatro ruedas. Para muchos de los fabricantes tradicionales se abre un nuevo interés en la aviación como una forma de aumentar las soluciones de movilidad personal del futuro.
Ganzarski predice que la aviación cero emisiones requerirá menos mantenimiento que los aviones de combustible que serán entre un 50% y un 80% más baratos de operar. Eso podría conducir a reducir el precio de los pasajes y a alentar a las aerolíneas a poner en marcha aviones más pequeños que enlacen rutas entre aeropuertos más desatendidos.
El siguiente paso de su magniX es obtener la certificación FAA para su tecnología. Además, la compañía también está desarrollando un motor de 1.500 CV, que puede implementarse en un avión de mayor tamaño. Para ello tendrá que demostrar que sus motores son tan seguros como los motores a base de combustible y que siempre volarán con suficiente batería de reserva (generalmente 30 minutos) para llegar a un aeropuerto en caso de emergencia.
FUENTE: Hibridos y electricos